Cómo colocar una repisa flotante tu mismo

Como cada semana, os traemos los mejores consejos para que tu casa esté siempre perfecta y a tu gusto . Hoy os vamos a enseñar un trabajo muy sencillo de carpintería, cómo colocar una repisa flotante. Disfruta del diseño más moderno en tan solo unos minutos.

Si te gusta el estilo moderno y las líneas rectas, este es un truco de decoración hecho para ti. Para los que ya se han cansado de las aparatosas estanterías, se pueden decantar por los modelos más novedosos como las repisas flotantes.

¿Qué es una repisa flotante?

Una repisa flotante no es más que una pieza de madera que va a realizar la función de estante. Las hay de numerosas formas y colores, pero lo que las caracteriza es que van sujetas a la pared de manera invisible, es decir, los elementos de sujeción se integran tanto en la propia repisa como en la pared, creando así ese efecto “flotante”

Esto crea un efecto visual muy llamativo ya que las típicas escuadras pueden romper con el estilo y la decoración y dejar en segundo plano a los estantes. Además se trata de un método totalmente seguro, de esta manera te olvidas de los nuevos productos que prometen una adherencia fácil y segura, pero que posteriormente pueden darte problemas.

Pasos para colocar nuestra repisa.

1. Toma medidas

En primer lugar, mide y marca en la pared dónde quieres colocar tu repisa flotante.

Ayúdate de un nivel para asegurarte de que la repisa queda perfectamente recta. Las repisas flotantes que podemos encontrar en el mercado cuentan con dos piezas, por un lado el soporte, el cual se ancla en la pared y tiene tanto las varillas que se introducen en la propia repisa, como aquellas que van a ir ancladas a la pared.

Por ello, debes marcar ahora en tu pared los puntos exactos donde deberás taladrar para instalar el anclaje de tu nuevo estante. Asegúrate de nuevo de que van a estar rectos y evitarás así la mala colocación o un anclaje inseguro.

2. Taladrar

Esta es la parte quizá más compleja de nuestro truco de carpintería de hoy. Prepara el taladro correctamente y elige el diámetro acorde a las instrucciones del fabricante. Este paso es muy importante para colocar este mueble ya que si te excedes las varillas y elementos de sujeción que van en el interior de la pared, se desprenderán y no darán el suficiente soporte a la repisa flotante.

Procede a realizar los agujeros con cuidado y siempre a 90 grados del muro. Si no lo hacemos de esta manera, podemos crear una inclinación no deseada y arruinar todo el trabajo.

3. Las varillas.

Una vez tengas los agujeros hecho, es el momento de anclar la pieza de sujeción a la pared. Cada fabricante y modelo puede tener un sistema diferente para conseguir este efecto flotante, por ello en primer lugar asegúrate de seguir las instrucciones. Estos consejos son solo una guía general para colocar el estante y realizar la instalación.

En el caso de que tu modelo cuente con varillas, es el momento de ponerlas e introducirlas en los agujeros que has realizado. Otros diseños cuentan con tornillos u otros sistemas de seguridad, comprueba que los instalas todos.

4. Cubre la pieza de sujeción.

Ya has realizado lo más complicad de la instalación, ahora solo tienes que coger la pieza más importante, la repisa y encajarla de manera que las varillas se ajusten perfectamente a la pieza de madera.

En algunas ocasiones el fabricante recomienda el uso de adhesivos especiales para la madera, lo cual hará que tu repisa flotante sea más resistente y colocar toda la instalación de manera más segura.

Ya deberías tener tu repisa flotante totalmente instalada en tu pared. Como veis es un trabajo muy sencillo y que ofrece unos grandes resultados.

¿Pero, soportará el peso, es segura?

Uno de los miedos más comunes a la hora de instalar este tipo de repisas flotantes, es si va a soportar el peso de los objetos que coloquemos encima o si se va a desprender de la pared solo con su propio peso.

La respuesta es sí. Siempre que hayas realizado la instalación de manera segura, la repisa flotante es capaz de soportar su propio peso sin necesidad de más elementos de sujeción.

Por otro lado, es cierto que hay que saber elegirlas. Si decides hacerlas a medida, ten en cuenta el número de varillas, ya que cuanto mayor sea la cantidad de las mismas, más peso será capaz de soportar tu repisa flotante. Para dar una referencia, podemos decirte que para una repisa de 50 cm de largo, son suficientes 2 ó 3 varillas para soportar objetos ligeros, pero como su largura permite una mayor inserción de varillas, te aconsejamos que instales 5 ó 6 para que la repisa flotante soporte objetos más pesados.

Si tienes más dudas, o prefieres que un experto en carpintería se encargue de colocar repisas flotantes en tu hogar, no dudes en contactar con nosotros. En Tubo-Plástica ponemos a los mejores profesionales a tu alcance.

 

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